Todo pasa para algo. Si estás leyendo esto y atraviesas un momento complicado o tienes inquietudes que van más allá, quizá tu vida esté a punto de cambiar. Las casualidades no existen y el hecho de que mi historia se cruce contigo tiene una razón poderosa: acompañarte a transformar tu existencia.
En eso consiste mi trabajo con las constelaciones familiares, en contribuir a hacer más felices las vidas de los demás, acompañarles en su proceso de aceptación y comprensión, a darles alas para que alcancen la plena libertad.
Conocí las constelaciones familiares del modelo desarrollado por Bert Hellinger hace más de ocho años. En un principio, estas charlas rompieron mis esquemas establecidos. Juzgué, critiqué y cerré la puerta a los planteamientos que me presentaban. La brutal crisis que sufrimos en nuestro país me zarandeó con virulencia y cambió mi vida, como la de muchas otras personas. Pero aquello que en un principio me pareció un terrible revés se convirtió en el comienzo de un nuevo camino. El universo me había dado un toque de atención y o me ponía las pilas o me quedaba estancada para siempre. La decisión era mía, como ahora es tuya.